Miles y miles de euros de dinero público gastados en la remodelación del Paseo de La Marina. Atrás quedaron las elecciones municipales, cuando Juan Vivas se paseaba por La Marina prometiendo a todo aquel ciudadano que se encontraba en su camino, lo que tuviese que prometer y más. No había nada imposible, todo se podía hacer. La precampaña y la campaña electoral ya pasó. Ahora queda la cruda realidad. La realidad, que no es otra, que la persona que diseñó la remodelación no pensó en hacer un lugar práctico y accesible para todos. Esto hace que nos encontremos con que hay personas mayores que se tienen que bajar de sus casas las sillas para poder sentarse y mantener una conversación con sus vecinos. En vez de ir para mejor vamos para peor, se gastan millones de dinero público para dejar a nuestros mayores sin su lugar de reunión. Antes por lo menos tenían unos bancos donde se podían sentar, ahora les es imposible poder pasar más de cinco minutos en eso ridículos “bancos” que han puesto. Por favor, señores políticos, atiendan la demanda que desde hace ya bastante meses les llevan haciendo de que poner unos bancos donde se puedan sentar las personas, déjense de tantos diseños de pacotilla y vayan a lo funcional.
